Fernando Spiner

Fernando Spiner dirigió hasta hoy 20 películas entre cortos y largometrajes. Una de ellas —´Aballay, el hombre sin miedo´ (Ver su tráiler) compitió como candidata a Mejor Película Extranjera en el año 2011, en Hollywood (EEUU).

El realizador estuvo al frente de trabajos de ficción para televisión como´Cosecharás tu siembra´ (1991) , ´Zona de riesgo´ (1992 y 1993) y ´Poliladron´ (1995), entre otros, por los que fue elegido Premio Konex como mejor director de TV de la década en 2001.

“Soy Geselino”, nos dice, no obstante haber nacido en Buenos Aires. “Es lo que elijo ser. Cuando fuera del país me preguntan de dónde soy, siento mucho orgullo al escucharme decir: ´´ de un pueblo sobre el mar, que ahora es una ciudad, al sur de la provincia de Buenos Aires sobre el océano atlántico. Un lugar muy especial con bosques y médanos y una historia única que se llama Villa Gesell”

  • ¿A qué edad te mudaste a vivir en Villa Gesell con tu familia y qué motivó el traslado?
  • “Mis padres veraneaban en Gesell desde 1950. Yo nací en diciembre del 58 y a los 20 días ya estaba en Villa Gesell. Tanto era el amor por ´ La Villa ´ (como se la llamaba en aquellos años), que la gran fantasía familiar de mi infancia era ir a vivir en Gesell”.

“Esa fantasía se hizo finalmente realidad cuando yo tenía 11 años. Mis padres tenían una farmacia en la capital, en el barrio de Barracas, a pocas cuadras del Riachuelo. En esa época en la provincia de Buenos Aires había una ley que impedía que una farmacia estuviera a menos de 400 metros de otra. En Gesell había una farmacia en avenida 3 y 113 (´ Gruzca ´´ ), donde prácticamente terminaba Gesell, otra en 109 y avenida 3 (´ Veli ´ ) y la última en 3 y 105 (´ Fernández ´´´ ). Mis padres tomaron un plano de Gesell y señalaron la avenida Bs. As. Entre la avenida 3 y la avenida 4, donde Gesell empezaba, y dijeron: ´´ tendría que haber un local en esta cuadra, que este vacío y que nos lo quieran alquilar ´. Sería el único lugar donde podríamos mudar la farmacia ´ . Esa misma noche viajamos en un micro de la histórica empresa Antón. Mi mamá y yo éramos los únicos pasajeros, (Así era mi mamá). Llegamos a las siete de la mañana, con un invierno muy frio, y una fuerte sudestada, el panorama era desolador. Nos resguardamos y esperamos a que abriera el Bar Torino, ahí desayunamos y nos recuperamos, y de inmediato fuimos caminando hasta ese lugar que mis padres habían señalado en el mapa, y ahí estaba la galería Chosica, con un local vacio para que pudieran trasladar la farmacia. Mi mamá saltaba de alegría y me abrazaba, mientras el viento levantaba la arena de la avenida Bs. As”.

La “Farmacia Spiner”, que aún hoy conserva el nombre, en Av. Buenos Aires, entre 3 y 4 — Foto de Walter Merlo
  • ¿En qué zonas de la ciudad viviste, y qué colegios de la ciudad estudiaste?

“Primero vivimos en la casa de unos amigos de mis padres en 101 y 1, los Gonik, después alquilamos una casita en 3 bis entre 105 y 106, luego en 105 y 2. Después mis padres pudieron construir una casa gracias a las facilidades con las que Don Carlos Gesell les vendió un terreno en Alameda 206 a media cuadra de Bs. As. Yo estudié en el Instituto Anna Böttger de la ciudad”.

  • Sos egresado de cine en Roma… ¿habías tenido experiencias con el séptimo arte previo a ello en Buenos Aires, o en la misma Gesell?
  • “Efectivamente estudié cine en los años 80 en el ´Centro Sperimentale di Cinematografia´ que es una escuela mítica donde están los grandes estudios de filmación llamados ´ Cinecitta ´ en Roma. En esa época seguían filmando grandes directores como Federico Fellini, Etore Scola, Mario Monicelli, Bernardo Bertolucci, Michelangelo Antonioni, y los más jóvenes Marco Belocchio y Nanni Moretti, así que fue para mí una experiencia que me marco muy profundamente”.
Las butacas del hoy cerrado Cine Atlantic

“En Gesell había un cine club al que iba mucho con mis padres, y ya existía el Cine Atlantic en 105 entre 3 y 2, que los fines de semana pasaba buenas películas (Cerrado desde el año 2021). Eran años en los que en Argentina se estrenaban comercialmente muchas películas de grandes autores, y de muchos países diferentes, (no como ahora que el 95% son norteamericanas), y a Gesell también llegaban esas películas, y así pude ver muchas que me marcaron y me hicieron amar el cine. Después en Buenos Aires me hice asiduo concurrente al cine. Descubrí la cinemateca, me hice socio y no pagaba la entrada, y la Sala Lugones del teatro San Martin siempre fue muy barata, asi que llegaba a ver varias películas por día. Me interese tanto que empecé a estudiar cine con dos directores de la llamada generación del 60: Primero con David Jose Kohon, y luego con Simon Feldman”.

  • ¿Cómo relacionás el hecho de haber crecido en Gesell con tu producción cinematográfica?
  • “Pasar mi adolescencia en Gesell me iluminó. Hubo una primera etapa en la que estaba mucho tiempo solo, en el mar, en los médanos, en el bosque, y por las calles desiertas del pueblo. Lo recuerdo como experiencias semi fantásticas en las que yo imaginaba historias. Viví una adolescencia muy linda en Gesell y adquirí allí la sensación de que todo era posible, y de hecho lo era. Yo a los 14 años trabajaba sacando fotos en la playa para ´ La Almeja Miope ´´´’ Allí trabajaba también Raul Pujadas, el sí era fotógrafo profesional, y era muy bueno, yo en cambio era un desastre, pero aprendí a revelar y copiar mis propias fotos viéndo a los que sabían. Con mis grandes amigos de aquella época —que siguen siéndolo hoy— repartíamos volantes por la avenida 3, nos colábamos en los boliches bailables, en el autocine, en los café concert, íbamos a mangear alfajores a la fábrica de Amalfi, y amanecíamos muy a menudo en la playa. Después, a los 19, 20 y 21 años tuve una escuela de vóley en la playa, una escuela de natación en una pileta, y un bar donde a la noche tocaba Carlos Barocela”.
Luis Alberto Spinetta en ´ Balada para un Kaiser Carabela ´

“Además, en Gesell filmé muchas cosas: En los ´80, un cortometraje protagonizado por Luis Alberto Spinetta llamado Balada para un Kaiser Carabela (Ver Aquí), los cuatro capítulos de la serie “Bajamar la Costa del Silencio” con Leo Sbaraglia,

Leo Sbaraglia, otro de sus dirigidos

Julieta Diaz, Patricio Contreras y Norman Brisky entre otros; el documental que escribimos con Aníbal Zaldívar “Homenaje a los pioneros de Villa Gesell” que hoy es un documento histórico de la ciudad y se proyecta cada tanto en el museo. La película “La Boya” que desde su estreno en 2018 se pasa todos los veranos de manera gratuita en el Pinar del Norte siempre con gran concurrencia e interés del público, y muy pronto iniciaremos el rodaje de una nueva película llamada “Weser”, que escribimos junto a Aníbal Zaldívar”.

  • ¿Dónde vivís actualmente? ¿Volvés cada tanto a Gesell?
  • Vivo en Buenos Aires, pero paso periodos de varios meses en Gesell y estoy yendo permanentemente”.
Tráiler de “La Boya” (2018), película filmada y protagonizada por Fernando en Villa Gesell junto a su amigo Aníbal Zaldívar
  • Da la sensación de que pudiste hacer con un presupuesto moderado siempre lo que te gustó… ¿Es así? ¿Qué te hubiera gustado hacer y todavía no pudiste?
  • “Si, efectivamente es como vos decís, pero antes trabajé en muchos ámbitos productivos diferentes. En el cine italiano haciendo películas de la industria como asistente de dirección, continuista y pizarrero, y también lo hice en la industria del cine argentino a mi regreso de Italia. En Canal 9, dirigiendo 120 capítulos de ´Cosecharás tu siembra´, en Canal 13, dirigiendo 26 capítulos de ´Zona de Riesgo´, en Polka dirigiendo los primeros capítulos de ´Poliladron´, en la TV Publica haciendo junto a Ana Piterbarg la serie ´Los 7 Locos y Los Lanzallamas´, 30 capítulos sobre las novelas de Roberto Arlt. Así que le puse mucho el cuerpo a mi profesión, y gracias a eso fui adquiriendo el oficio de director que disfruto mucho ejercer”.

Hay muchas cosas que me gustaría hacer, fundamentalmente películas, tengo mucho entusiasmo, paciencia y varios proyectos. Para eso es muy importante que el cine independiente siga teniendo el apoyo del INCAA, porque tenemos un cine muy importante, que da trabajo a mucha gente, y que es una industria en crecimiento, pero fundamentalmente, que cuenta nuestras historias, actuadas por nuestros grandes actores, escritas por nuestros grandes guionistas y escritores, que deja una huella del presente para el futuro y construye nuestra cultura, en nuestro idioma. Que se exporta, y que es muy valorado y premiado en los más grandes festivales del mundo”.

Alejandro Puga